Basti: -¿Cómo será cuando regreses a tu país?-
Yo: - Supongo que un poco extraño, como la última vez.-
Basti: -Pero, ¿contento?
Yo: - ¡Ah, claro que sí!, de todas formas contento.
Basti: -Lo digo porque … Por si acaso no quiero sonar ofensivo, y es más, no conozco exactamente mucho sobre tu país, pero lo que intento decir es que de repente vas a ver mucha más …-
Yo: -¿Pobreza?-
Basti: -Sí, y no sé si es que haya mucha cómo he escuchado que hay en Argentina y en Brasil.-
Yo: -Puedes estar seguro de que es así o peor.-
Basti: -¿Y puedes regresar contento con tanta pobreza alrededor?-
Yo: - Buena pregunta. Ahora que me toca responder, me imagino que debo decir que sí. Desgraciadamente hemos llegado al punto de “vivir” tranquilos en medio de ella.-
Basti:- Tal vez sea porque no la ven tan de cerca, tan próxima ¿me entiendes?-
Yo:-¿A la pobreza?, no, no es por eso créeme. Es más bien porque hemos aprendido a discriminar hasta lo que vemos en la realidad.-
Basti:- Pero si Paul Watzlawick ha dicho que la realidad no existe, ¿no te lo dije ayer, ebrio de porquería?
Yo:- Pues entonces, ¡salud por ese marica que ha dejado dormir tranquilos a millones de personas, sin habérselos contado todavía!
lunes, 31 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario