La verdad me he vuelto más exigente, me fijo en más detalles y ya no atraco así nomás- le puse.
Gracias Eddie, muchas gracias- me contestó.
Gracias ah- agregó al segundo.
Muchas gracias en verdad- añadió a los dos segundos.
Gracias- remató a los cuatro segundos.
¿Por qué me agradeces?, ¿te he lanzado algún cumplido?- pregunté muy ingenuo.
Si me dices que te has vuelto exigente es porque luego de estar conmigo te has dado cuenta de que no lo fuiste para nada al escogerme como enamorada, ¿no?. -Uhmmm, tragué saliva. -No pues lornita, todo lo contrario. Significa que has dejado la valla muy alta para la siguiente y por eso tengo que ser exigente- le respondí totalmente sincero. -Buena salida, esa sí que estuvo elegante- me respondió.
Nos divertimos conversando hasta que nuevamente llegaron los temas que siempre incomodaron. Ella fue quien indirectamente los puso sobre la mesa, pero fue ella también la primera que se quiso levantar y dejarme con la comida servida. Sorteamos el tema y seguimos contándonos todo lo que hacíamos y nuestros planes. Hablar con ella resultó como antes, parecía como si no nos hubiéramos dejado de hablar por meses; eso me agradó. A los minutos me dijo que tenía que irse, al parecer había Abendsparty.
Qué bueno, pensé, a mi ya se me estaba pasando la flojera.